jueves, enero 03, 2008

Palabras sobrevivientes

Hacia 1815 el sacerdote Dámaso Antonio Larrañaga, se acercó a Soriano, Uruguay. Allí entrevistó a tres de los indios más viejos y publicó algunas estructuras gramaticales y unos setenta términos de la lengua Chaná. Poco después se creyó que esta lengua había desaparecido. Cuando habían pasado casi dos siglos se supo que Blas Wilfredo Omar Jaime había guardado el conocimiento de sus ancestros. Su tatarabuela, se lo enseñó a su bisabuela, su bisabuela a su abuela y ella a su mamá. Por no tener hermana mujer este entrerriano aprendió Chaná y sabe nombres que ya nadie recuerda. Hay noches en que a Omar Jaime lo visitan palabras que quieren seguir viviendo.