jueves, diciembre 31, 2009

Uta Hanske-Heinemann, los preservativos y las sanciones


Ya pronto van a hacer casi 20 años que Uta Hanske-Heinemann visitó en un verano caluroso el palacio Ducal de Valencia, residencia de jesuitas. En un texto corto que leyó en castellano cuestionó que el Papa tenga poder de decisión sobre el empleo de preservativos y anticonceptivos. Dijo: “No quiero hablar ni a favor ni en contra de los preservativos. Ni a favor ni en contra del coitus interruptus. Lo único que afirmo es lo siguiente: todo eso al Papa ni le va ni le viene”. Uta Hanske Heinemann ha sido siempre una precursora. Bien plantada siguió un camino y no tuvo nunca miedo a decir verdades. Por supuesto y no tengo dudas: las suyas. Las propias. Fue la primera chica que tuvo como alumna el instituto 'Burggymnasium' de Essen, en el que terminó su bachiller con ‘matrícula’, cosa que no había ocurrido en 30 años. Fue la primera mujer en obtener un doctorado en Teología Católica, en la Universidad de Múnich en 1954. Fue también la primera mujer en obtener una cátedra en la Universidad de Essen: la cátedra de Nuevo Testamento e Historia de la Iglesia Antigua. Además es mundialmente famosa por algunas de sus obras publicadas. Recién ayer leí parte de su "Eunucos por el reino de los cielos". Tantas distinciones académicas. Tanta osadía en los juicios. Tanto atrevimiento en lo pensado y en lo dicho, debían recibir alguna sanción o penitencia. Uta fue la primera mujer retirada de su cátedra por su interpretación de la virginidad de María como una realidad no biológica. La vida te da. Vos ofreces. Los que juzgan te sancionan. Sin timidez pero con firmeza sos capaz de pensar algo distinto. Las instituciones te premian. Las instituciones te condenan. La gente también. Desde aquí veo que la laguna esta crecida. Muy crecida. Pero el agua va en busca del mar sin preguntar razones y tampoco hace discriminaciones ni ideológicas ni partidarias.