Pobrecito el padre nuestro. Sentado en su trono del cielo। Solo y viejito।Diosito miralotodo। Contador de faltas y pecados। Tienen suerte los dioses orientales. Shivá está más allá de toda descripción. Pero como falo tiene al monte Kailash, ubicado al lado del lago Mana Sarovar, que es precisamente: la vulva de su esposa Parvati। Una diosa y un dios se aman en el Tibet. Se acercan. Se rozan. Se desean. Que manera esta de dar ejemplo. Sexo de dioses sin temores.Sin tener que pedir disculpas.
martes, julio 15, 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)