sábado, marzo 06, 2010

Renee Vivien resucita a Safo


Aunque solo vivió 32 años viajó para conocer las maravillas egipcias. El encantamiento de los faraones desaparecidos. A Isis con las alas verdes que protegían a los muertos. A Anubis con cabeza de buitre pesando su corazón en la balanza suprema. Vio el altar terrible de la antigua Eleusis. Las piadosas y paganas bellezas de Sevilla. La interminable Arabia y sus mil caravanas. La cada vez más pálida Venecia. Egipto replegado frente a la gran Esfinge. Las ordas sordas de Mitilene. Las frágiles voces japonesas de Yeddo. Los rostros dorados de China. Renee vive errática. Los hombres y el matrimonio la ofenden. Lánguida, melancólica, extremadamente sensible, regresó a París, a su apartamento en la avenida de Bois de Boulogne. Para ver más. Para resucitar a la mítica Safo de Lebos. Para probar que era posible escribir sin disimulos sobre sus amores con otras mujeres. Para regalarles sus ojos. Aquellos que vieron tantos crepúsculos, tanto mar, tantas violetas.

1 comentario:

eugenia dijo...
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